lunes, 17 de septiembre de 2007

¡¡Pelos de perro!!

En algunos países de habla inglesa existe un "trago", es decir, una bebida llamada "The hair of the dog", es decir - y si se me permite tan mala traducción -, "Los pelos del perro". Es una bebida alcohólica que supuestamente sirve para evitar los dolores de cabeza y la cruda, en general, que producen a su vez, las bebidas acohólicas ingeridas la noche anterior. Pero esta bebida - o al menos el nombre de la bebida - tiene una historia peculiar y de hecho algo espeluznante, ya que la frase "los pelos del perro" se relaciona con otro remedio que no es precisamente para crudos o borrachos.
Antes de que el médico francés Louis Pasteur, que fue el padre de la microbiología, sorprendiera al mundo médico y no médico con la vacuna contra la rabia, la gente moría a montones debido a las mordeduras de perros rabiosos. Mucha gente, en su desesperación por salvar la vida de las masticadas víctimas del perro rabioso, buscaba al perro y literalmente lo cazaba, es decir, lo perseguía, lo mataba y le arrancaba el pelo. Esos pelos arrancados eran aplicados sobre la herida del nuevo rabioso, supuestamente para curarlo de la rabia.

Ese no era el único remedio. Otros optaban por comerse ¡Sí, comerse! esos pelos o bien el hígado o el corazón del perro rabioso muerto.

Ni qué decir de la ineficacia de estos remedios. Ahora nos parece casi ilógico aplicarlos, pero en aquellos días la gente creía tanto en ellos que incluso ponía en peligro sus vidas ayudando al mordido para matar al perro. Esto, como se podrá deducir, traía a su vez nuevos enfermos por la mordedura del perro que, al verse atacado, y ya con la rabia desarrollada, mordía también a sus perseguidores.

Afortunadamente el Dr. Pasteur dejó como uno de sus muchos e invaluables legados, la cura de la rabia, pero aún así, en la actualidad mueren por rabia alrededor de 55,000 personas en todo el mundo cada año, principalmente en África y Asia. Es decir, mueren aproximadamente una persona cada diez minutos debido a la rabia.

La mayoría de los infectados han sido mordidos por perros que a su vez se han infectado por mordeduras de otros mamíferos como murciélagos o mapaches, y lo peor es que la mitad de las víctimas son niños menores de quince años

Por eso se ha designado el 8 de septiembre como el Día Mundial contra la Rabia, en un esfuerzo mundial por llamar la atención sobre este problema que aqueja a tantas personas.

Una de las buenas noticias en cuanto a las vacunas contra la rabia, es que las dolorosísimas y numerosas inyecciones que se tenían que aplicar en el abdomen para que la vacuna fuera efectiva, ahora se han sustituído por unas cuantas y muy espaciadas aplicaciones en el brazo. Esas inyecciones no duelen; es más, ni se sienten (me lo pueden creer, pues hace tiempo a mí me mordió un perro desconocido y tuve que seguir el tratamiento).

Así que si un perro te muerde, te recomiendo ir al centro de salud más cercano en la localidad o en el centro del ISSTe o IMSS que te corresponda. La cura no es cara ni dolorosa; es más, ni siquiera es incómoda.

(Eso sí, yo no me comería los pelos del perro.)

Para tener más información sobre esta enfermedad y sobre el día mundial de la rabia, te dejo estos enlaces:

lunes, 10 de septiembre de 2007

El hundimiento del guerrero

En la embarcación pintaron un arcoiris que llegaba hasta la proa junto con una gran paloma que llevaba una rama de olivo, como símbolo de la misión del barco. Era, como ya lo mencionamos antes, el "Guerrero del Arcoiris", como se traduce del inglés.

Así, el 29 de abril de 1978 el Rainbow Warrior zarpó de Londres, con una tripulación de 24 personas provenientes de 10 países, representando la preocupación global ante la dramática situación en que se encontraban las ballenas, que en ese entonces eran ferozmente cazadas.
El Rainbow Warrior fue construido en Aberdeen en 1955 e inicialmente utilizado por el ministerio de agricultura británico como barco de investigación. Más adelante se convirtió en barco de pesca en el mar del Norte hasta su adquisición por Greenpeace en 1978. Su nombre proviene de una antigua profecía de los nativos de América del Norte. En 1981 sus máquinas fueron remplazadas.



En los siete años siguientes, el barco participó intensamente en varias campañas. Por ejemplo, interceptó un buque británico que intentaba verter 5,000 barriles de desechos radiactivos en alta mar y evitó la masacre de miles de focas grises por parte de cazadores noruegos en las islas Orkney, en Escocia.Ante la cacería de ballenas en aguas de Islandia, los activistas colocaron sus lanchas rápidas entre los cañones arponeros y las ballenas. Aunque cinco harpones rozaron sus cabezas, no desistieron hasta conseguir que los balleneros se alejaran. Por esta actividad la tripulación fue arrestada, pero ganó enorme popularidad.



Fue entonces cuando comenzó la campaña de boicot contra los activistas de Greenpeace y en 1980 la armada española confiscó el Rainbow Warrior y lo envió al puerto militar de El Ferrol, donde le removió partes del sistema de propulsión a fin de paralizarlo. Ahí permaneció por cinco meses, hasta que los activistas lograron introducir piezas de reemplazo y el barco escapó por una noche, para arribar a Guernsey, en las Islas Channel.

El Rainbow Warrior viajó a la costa este de Canadá para evitar la cacería de focas; los activistas fueron arrestados por pintar con tintes naturales la piel de las focas bebé y hacerlas comercialmente inútiles. En 1982, una vez más los tripulantes fueron detenidos por salvar la vida de cientos de focas recién nacidas. Ese año ocurrió algo determinante para esta campaña: la Comisión Económica Europea decidió prohibir la importación de pieles de focas bebé. Eso dio un triunfo a los activistas.



Pero como dijimos, los gobernantes de varios países, en especial, el gobierno francés, estaban seriamente enojados por estos triunfos. En particular, Francia quería hacer una serie de ensayos nucleares en Moruroa, un atolón cercano a Nueva Zelanda durante 1985, pero Greenpeace había anunciado que viajaría con su barco y una flotilla de barcos más pequeños a la zona de pruebas con tal de evitar tales pruebas.



Mientras tanto, Greenpeace abrió las puertas del Rainbow Warrior para que la gente pudiera visitarlo, así que dos agentes franceses aprovecharon para estudiar su estructura y buscar dónde colocar dos bombas que si bien hundirían al barco, no causaran muertes de personas.



A las 11:28 de la noche del 10 de julio de 1985, ocurre la primera explosión. Los agentes habían fallado al calcular la potencia de la primera bomba, así que algunos miembros de Greenpeace pudieron entrar y filmar algo de lo sucedido y salvar lo que se pudiera. Aproximadamente 10 minutos antes de las 12:00 ocurrió una segunda explosión. Fernando Perera, un fotógrafo portugués - holandés de Greenpeace, aún estaba en su camarote empacando sus cámaras. Martin, el primer oficial, fue el último en verlo con vida. Tras la segunda explosión, el barco comenzó a hundirse.



El mundo se estremeció al comprobarse que el gobierno francés era el autor del ataque. Era un acto de terrorismo de Estado contra una organización que basa sus actividades en la no violencia. Las Naciones Unidas ordenaron a Francia pagar una compensación de 13 millones dólares y dar una disculpa. El escándalo siguió por más de dos años, mientras prevalecía la duda de qué hacer con el Rainbow Warrior. Finalmente, el 2 de diciembre de 1987, el barco fue remolcado a la bahía Matauri para ser hundido durante una ceremonia maorí. En el fondo del mar se ha convertido en un arrecife artificial, donde sigue albergando vida y esperanza para ese ecosistema que tanto luchó por proteger.Hoy Greenpeace tiene tres barcos -uno de los cuales se llama Rainbow Warrior-, los cuales mantienen la trayectoria que marcó el Warrior original.







Rainbow Warrior - a 20 años del atentado
Sinking of the Rainbow Warrior
Rainbow Warrior