La flor púrpura de la pradera es el nombre que muchos pueblos antiguos del norte de América le dieron a la equinácea. Durante mucho tiempo, estos pueblos dieron un uso muy importante a la planta, usándola de diferentes maneras, entre ellas, la cura de enfermedades. A principios del siglo pasado, aún se utilizaba mucho como remedio para curar la gripe, pero a partir de la invención de los antibióticos, su uso se redujo hasta hacerse casi nulo. Ahora, sólo se venden extractos de esta planta en tiendas naturistas y otros establecimientos parecidos.
Para conocer sobre las extensas cualidades de esta linda planta, puedes visitar las siguientes direcciones:
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